22 de noviembre de 2022

¿Alguna vez habéis tenido miedo a la felicidad?

 Seguro que todos tenemos un sueño o una meta que sabemos que nos va a incrementar ser felices pero pensamos que no somos dignos de tal dicha.

Es difícil pensar que como algo tan bueno puede ser para uno y más si has llevado una vida difícil. Pero, ¿somos lo suficientemente valientes para saltar a la piscina?

Creo que sí y no. Tiene que haber algo en nuestra cabeza que nos haga cambiar. No alguien. Nosotros. Porque te pueden decir siempre lo maravillosa persona que eres pero nunca llegas a creértelo. Hasta que ¡chas! Algo en tu cabeza te dices; sí, eres maravillosa y ya era hora que te dieses cuenta. Pues lo mismo con saltar a la piscina. Cuando decides hacerlo, es el mejor baño de tu vida o de tu día.

A veces pensamos que esa felicidad es momentánea, como el salto, pero dura y la recuerdas.

¿Os acordáis de algo o alguien que os hizo feliz en algún momento?

Un ejemplo, y desde la más pura ignorancia de mi corta vida. Cuando empecé el curso de algunos de mis grados o el día que me llamaron para trabajar o el día que me ofrecieron mi interinidad. Todo, TODO, eran miedos. Miedos que hoy me hacen ser lo feliz que soy (no siempre todo es color de rosa) y saber que ganarme la vida por mi misma es mi meta en la vida.

Otro ejemplo, y desde el que sí soy totalmente ignorante. Cuando una pareja se queda embarazada y pasan los meses, la angustia, el miedo por traer alguien al mundo que sabes que va a depender de ti toda la vida (porque sí, dependemos toda la vida de nuestros padres. Dependemos de sus consejos cuando nos emancipamos) tiene que ser tremendo. Pero cuando nace, todo cambia. Generas la felicidad y la dicha más abundante. Aclaro, que esto me lo ha dicho mi madre. Para nada tengo necesidad de esa felicidad, todavía. Gracias.

Lo que está claro, es que todos buscamos esa felicidad. Y que no para todos se encuentra en la misma meta. Mientras que para mi amiga se encuentra en casarse y ser mamá, para mi en viajar, para otra persona será tener a alguien al lado para siempre con el que compartir todo, para aquel será su vocación. En fin…. Hay tantos caminos para conseguir esa meta que nos lleva a esa felicidad plena…

Tenemos que ser conscientes que siempre da miedo , pero todo se consigue. O quiero ser lo suficientemente ingenua como que será así.

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