8 de enero de 2023

2023

 

Los comienzos siempre dicen que son buenos y que si no hay miedo no se trata de un comienzo. Creo que no os estoy contando nada nuevo pero ¿consideráis empezar un año nuevo un comienzo? Simplemente veo una oportunidad de seguir siendo lo que somos pero sabiendo qué cosas no queremos o qué sí queremos. Como cuando acabas una relación y te enseña que clase de amor quieres en tu vida. 

Un nuevo año es una nueva oportunidad pero ¡qué pesadilla! ¿Qué nueva oportunidad traes 2023? Me dan miedo las oportunidades que me dan y que doy. Se tratan de exámenes continuados que me generan estrés pero reconozco que, a veces, me gustan. Porque un examen es una prueba y hay algunas pruebas que me encantan superar y retarme a mi misma para hacerlo mejor la próxima vez. 

Nuevo año y nuevos propósitos, aunque también continúan los del año anterior. Ocho días de año y ya pesan. Pesan los excesos, la vuelta a la rutina, la no rutina y los miles de cambios que quieres para este año. Así que sí, mi único propósito para este nuevo año es ir día a día, decidir si ese plan me apetece o no, si quiero hacer deporte o ese día prefiero descansar, leerme un libro o cuatro, conocer al amor de mi vida o decidir que yo soy el amor de su vida y no al revés. 

2022 ha dejado el listón muy alto pero lo que sí quiero del 2023 es ser mi planazo.

Y rectificando mis palabras, empezar un nuevo año es un comienzo y una nueva oportunidad de superarnos a nosotros mismos.



22 de noviembre de 2022

¿Alguna vez habéis tenido miedo a la felicidad?

 Seguro que todos tenemos un sueño o una meta que sabemos que nos va a incrementar ser felices pero pensamos que no somos dignos de tal dicha.

Es difícil pensar que como algo tan bueno puede ser para uno y más si has llevado una vida difícil. Pero, ¿somos lo suficientemente valientes para saltar a la piscina?

Creo que sí y no. Tiene que haber algo en nuestra cabeza que nos haga cambiar. No alguien. Nosotros. Porque te pueden decir siempre lo maravillosa persona que eres pero nunca llegas a creértelo. Hasta que ¡chas! Algo en tu cabeza te dices; sí, eres maravillosa y ya era hora que te dieses cuenta. Pues lo mismo con saltar a la piscina. Cuando decides hacerlo, es el mejor baño de tu vida o de tu día.

A veces pensamos que esa felicidad es momentánea, como el salto, pero dura y la recuerdas.

¿Os acordáis de algo o alguien que os hizo feliz en algún momento?

Un ejemplo, y desde la más pura ignorancia de mi corta vida. Cuando empecé el curso de algunos de mis grados o el día que me llamaron para trabajar o el día que me ofrecieron mi interinidad. Todo, TODO, eran miedos. Miedos que hoy me hacen ser lo feliz que soy (no siempre todo es color de rosa) y saber que ganarme la vida por mi misma es mi meta en la vida.

Otro ejemplo, y desde el que sí soy totalmente ignorante. Cuando una pareja se queda embarazada y pasan los meses, la angustia, el miedo por traer alguien al mundo que sabes que va a depender de ti toda la vida (porque sí, dependemos toda la vida de nuestros padres. Dependemos de sus consejos cuando nos emancipamos) tiene que ser tremendo. Pero cuando nace, todo cambia. Generas la felicidad y la dicha más abundante. Aclaro, que esto me lo ha dicho mi madre. Para nada tengo necesidad de esa felicidad, todavía. Gracias.

Lo que está claro, es que todos buscamos esa felicidad. Y que no para todos se encuentra en la misma meta. Mientras que para mi amiga se encuentra en casarse y ser mamá, para mi en viajar, para otra persona será tener a alguien al lado para siempre con el que compartir todo, para aquel será su vocación. En fin…. Hay tantos caminos para conseguir esa meta que nos lleva a esa felicidad plena…

Tenemos que ser conscientes que siempre da miedo , pero todo se consigue. O quiero ser lo suficientemente ingenua como que será así.

13 de noviembre de 2022

La última inspiración...

Hola loquillos!!!
Estamos de vuelta y parece que la costumbre es escribir los domingos, aunque el pasado tuvimos un parón. Estoy trabajando de noches y tengo un cacao de horas y días terrible. 

Hay veces que necesitamos inspiración para continuar, tanto para crear cualquier tipo de arte como para continuar con nuestras vidas. Mi inspiración viene de mi mente, de algo que me haya pasado en el día, los libros, las series, las películas... pero sobre todo de la música. Soy capaz de escribir una historia a partir de una canción porque eso es lo que hacen las canciones, nos cuentan historias y tú eres el que es capaz de darlas un comienzo, un nudo y un desenlace. Es más, tengo un post donde hablo de la música y lo que una canción fue capaz de hacerme imaginar.

A donde quiero ir, es que Aitana ha sacado nueva canción (quien me conoce sabe lo fan que soy de ella) que se llama "La última", como la serie que protagoniza junto a su novio Miguel Bernardeau para Disney Plus. Y esta es mi inspiración del momento, todo lo que esconde la canción y sobre todo que me hace sentir.
A raíz de escuchar la canción en bucle voy entendiendo poco a poco, más y más lo que quiere decir. Y es que al final, siempre hay una última vez que marca un comienzo. La última vez que te hacen sentir que no encajas, que piensas que no estás a gusto contigo, que continúas con una relación tanto de amistad como amorosa. La última vez hasta que decimos basta y decidimos empezar de nuevo. Porque un final siempre va acompañado de un principio.
Y si no es así, vamos a pensar en la última vez que estuvisteis mal por alguien, me vale un amigo o una pareja o quien queráis. Quizá teníais una relación tóxica dónde ya había faltas de respeto que tolerabas pensando que eran minucias o la relación más sana a la que le faltaba una chispa de algo. Hasta un día que tu mente decidió decirte que no tenías porqué soportar tales majaderías, que necesitabas salir de ahí y algo en ti cambió, lo que hizo quererte un poco más aportando la valentía suficiente para decir, hasta aquí. Tal vez, el alejarte de esa persona te ha dolido muchísimo y eso te ha enseñado el tipo de gente que no quieres en esta vida. Y ahí está nuestro comienzo. 
Hay algo que dice la canción que es una realidad para darnos cuenta de las últimas veces, de que tenemos que caernos para levantarnos.
"... porque al final ya lo entendí, 
para encontrarme me perdí...",
Cuántas veces nos hemos sentido tan perdidos que no sabíamos que teníamos que salir de ahí de alguna manera. Cuántas veces hemos sentido que teníamos que quedarnos pero a la vez que sobrábamos. 
".... y aprendí a decir que me tengo que ir, 
si quedarme me duele más..."

Creo muy sinceramente que la vida nos hace cerrar etapas malas o que no nos aportan nada para aprender de ellas y que comencemos en estos principios con la valentía suficiente de saber qué es lo que verdaderamente nos merecemos. Porque seguidores, deberíais de empezar a ser más egoístas y decir esta es la última para comenzar algo que de verdad deseéis.  

¿Vosotros dónde encontráis la inspiración?



30 de octubre de 2022

Feliz Harwellin grupo, soy Paula

 Hola loquillos.

Vuelvo a la carga otro día más, otro domingo... ¿Cuánto tiempo durará esto? De momento dejemos que fluya como las cosas buenas y bonitas de la vida.

Llega la noche de Halloween y el día de todos los Santos. Curiosamente, no siendo ni la primera ni última vez que repita lo de a continuación, lo que nos gusta a los españoles adquirir costumbres de otros sitios. Halloween, el truco o trato... pero si sabemos algo de verdad es que las vibraciones de esta época son las mismas para todo el mundo. Hay energía en el ambiente... mucha energía. Así que, por favor no me seáis curiosos y no hagáis rituales que se puedan volver en vuestra contra. La curiosidad a partir del día dos de noviembre. Si hay alguna brujilla entre nosotros, cuidado, de verdad. Esta época es demasiado especial para nuestros rituales energéticos (no estoy hablando de tomarnos un redbull). 


 La sensación de que algo malo iba a pasar, me acechaba. El nudo en el estómago no paraba de crecer. ¿De verdad que lo que hicieron me iba a perjudicar a mi también? No lo podía creer. Nunca había pensado en cometer tal error y menos en estas fechas. Pero ilusa de mi, acepté ir a la casa aquella noche y me encontraba en el mismo piso cuando lo hicieron. No con ellos, claro está y menos con mi sentido de la intuición tan desarrollado. Y aun así, ya sabía como acabaría la historia incluso sin verlo venir.   Sin embargo, estando yo sola en otra habitación apartada del lugar del ritual, él se acercó a mi para concederme con un beso la salvación que el resto no consiguió. Ese beso contenía un presagio de muerte y sabía que era un contrato con fecha de final, volvería para recuperar lo que tan libremente había dejado en este mundo. Sabía que el final que me esperaba iba a ser tremendamente delicioso, tan dulce como la miel y tan indoloro como una caricia.
Al llegar, hice lo de todos los días, me dirigí al baño. Pero esta vez había una necesidad, algo en mi me pedía a gritos ir pero a la vez mi subconsciente me gritaba que corriera. Me miré en el espejo, intentando hallar el echo que me había obligado a dirigirme a toda prisa. No sabía qué podía encontrarme y fui tan ingenua de seguir observándome en el espejo, incluso cuando se fueron las luces. No me asusté cuando la encontré mirándome a los ojos a través del espejo o quizá se situaba detrás de mi. Ella había venido para llevarme. 
Ella tenía preparado para mi un lugar a su lado para gobernar, un trono. La muerte que tan dulcemente había deseado. Un final junto a la bellísima muerte. 

Así que por favor, este 31 de octubre y 1 de noviembre tapad todos los espejos mientras dormís, no sabemos quién se encuentra acechando a través de ellos o no tan a través.

FELIZ HALLOWEEN y visitad a vuestros difuntos, quizá algún día nos encontremos con ellos.  

 

23 de octubre de 2022

Volvemos a la carga

Hola a todos, creo que estoy de vuelta y quizá más melancólica que de costumbre. Hace mucho que no escribo y es muy posible que ni os acordéis que hace unos años escribía mis pensamientos en un blog de pacotilla. Pero ahora todo ha cambiado, el mundo, yo y las redes sociales. Está todo muy caótico y creo que he decidido volver a serenar mi mente escribiendo, aunque no me lea nadie, aunque sea tan egocéntrica que solo me gusten a mí mis versos.
Desde el 2019 no escribo nada de nada. Bueno, miento, he intentado escribir por instagram todo lo que hacía por aquí, tratando de conseguir ser alguien en este mundo de farándula. Con el tiempo he pasado de escribir, de poner frases de cosecha propia (aunque a veces me da por hacerlo pero no recibo más de lo que recibía por aquí) a comportarme como el resto de la gente y mostrando cuan feliz soy con lo que tengo (o no) y de vez en cuando haciendo el tonto creyéndome influencer y  pensar que de verdad estoy influenciando en alguien. Pero es que yo soy así, me gusta leer, escuchar música, comprar, enseñar y un sin fin de cosas que me gusta mostrar a la gente aunque eso les sude las pelotas. Vamos, yo en toda mi esencia. 
Llevo acordándome del blog demasiado tiempo y pensando en que debería volver a escribir sobre toda la locura que hay en la vida, a mi alrededor y en mi. Es mentira si digo que siempre que me vienen frases a la cabeza no las plasmo en notas, que si me vienen historias que escribir, apunto cinceladas en una hoja para escribirla más tarde y la dejo olvidada. Echo de menos a la Paula de aquellos años. Y es que sólo me queda echarla de menos porque todo ha cambiado y porque yo no soy la misma, ahora soy tres años mayor. Tres años de locuras que es un despropósito no contarlas. Tres años de ideas, pensamientos que no plasmo en un papel. Que solo una vez al año, cuando encuentro mi cuaderno, le cuento todo lo diferente que hay en mi. Pero ya paso, quiero que el mundo lea mis sentimientos ante esta realidad de la que no estamos de acuerdo. 
Estamos a octubre del año 2022 y lo último que escribí fue del comienzo de un nuevo año. El preludio del caos. Por ello, y porque me apetece, voy a escribir breves resúmenes de estos tres (casi cuatro) años que tanto me han cambiado la vida y a mi.

7 de enero de 2019

AÑO NUEVO, VIDA NUEVA

Año nuevo, vida nueva. Todos los años la misma cantinela. ¿De verdad vamos a cumplir nuestras metas? ¿De verdad vas a empezar la dieta después de posponerla y posponerla hasta el año siguiente? Está claro que da igual que metas, propósitos o como sea que los llaméis sean, los vais a cumplir. No pasa nada por cumplirlo en un año, dos, cuatro o al final de nuestra vida. El fin es el mismo, cumplirlos. Yo he comenzado el año con una larga lista de propósitos y metas que quiero cumplir y de cosas que quiero cambiar en mi vida.
Quiero aprender cosas nuevas que pueda contar a principios del año que viene. Seguir sumando anécdotas graciosas y otras que no lo son tanto pero con el tiempo lo será.
Quiero enamorarme de las personas que siguen en mi vida, de las que aparecerán y de las que se han ido dejando mi corazón dolorido.
Quiero viajar a sitios que para las personas no tiene belleza ninguna y encontrar ese riconcito donde se concentra toda su belleza.
Quiero emborracharme de momentos, experiencias y personas que lo son todo.
Quiero llorar. Necesitamos llorar de alegría, tristeza, rabia... por las guerras, las muertes, las injusticias... Llorar de frustración por querer cambiar el mundo y no conseguirlo pero dejando nuestra miguita.
Quiero reír por las tonterías, las indirectas, con las películas, los chistes. Reír hasta que me quede sin repiración y me duela tanto la tripa que al día siguiente tenga agujetas. Reirme de todo con todos. De mí, de mis locuras.
La verdad que no me puedo quejar del 2018. Ha sido inigualable. Me has dado todo lo que quiero. En algún momento te has pasado de la raya. Y sin embargo, me has dejado una buena lección.
Vive y consigue todo lo que quieres. No te estanques por nada ni por nadie que lo necesite. La vida es corta, sí, para preocuparte por cosas que pasarán y te harán daño. Disfruta de todo lo que quieres y de los que quieres porque en un año las cosas pueden cambiar, mucho. Nunca, NUNCA, te frenes, corre
aunque desfallezcas. Algún día lo alcanzarás y consseguirás.

¡FELIZ 2019!
No me falles 😉

12 de septiembre de 2018

LA VIDA

Empieza a leer esto...

La vida, ese periodo de tiempo en el que no sabemos si la dicha es buena o la desdicha nos invade.


Se acaba el verano y volvemos a la rutina, poco a poco las cosas vuelven a ser como ese septiembre del 2017 pero ahora, algo ha cambiado. 

Eres más feliz. Tu forma de ver la vida, de sentirla, de manejarla hacia algo bueno, te ha llevado a adquirir ese estado o sentimiento que el año anterior no viste e incluso pensabas inexistente. 
Estás melancólico. Te acuerdas de eso que sucedió, de esos amigos de los que la distancia os separa, de aquellos que os han perdido y se han marchado de vuestras vidas. 
La tristeza te invade. Tus berrinches por alguien que se ha ido y jamás podrás verlo, por el cambio de ciudad, de amigos, por las rupturas en las que no hay reconciliación alguna.

Septiembre son todos esos sentimientos y más, amor, euforia, nervios, cólera, asco, miedo... Mucho miedo. Siempre que comenzamos una etapa existe el miedo. Miedo a los profesores, a las prácticas, al trabajo, al desastre, a la humillación pero el más grande es el miedo al fracaso. Pero así es la vida, así somos nosotros. tenemos que tropezarnos, caernos, llegar a los más hondo para así levantarnos, avanzar y resurgir de las cenizas. 

Te animo a caminar, cambiar crecer a vivir la vida. Sí, el mismo periodo de tiempo. Tú VIDA. Que te importe una mierda la de los demás. Créala, guíala, cámbiala y sobretodo, vívela. 

Al final, así es la vida.